Hoy he recibido un mensaje muy especial. Y sí, querida amiga de la infancia, ha sido una grata sorpresa. Voy a confesar, sin ningún problema, que me ha emocionado.

Hace años que dejamos de seguirnos el rastro. La vida, cuando empieza a tomar un rumbo diferente provoca el distanciamiento entre las personas. Una làstima, pero supongo que es ley de vida. A pesar de todo, alguna vez nos hemos cruzado en calle, incluso en la universidad. Èsta es una de las ventajas de vivir en una ciudad tan pequeña (pero coqueta) como San Sebastiàn. Eso sí, quiero que no te quepa la menor duda que guardo en mi memoria todas aquellas hazañas de la infancia. Nuestro intento frustrado de construir una cabaña, las guerras de globos de agua, tardes en el ya desaparecido  parque pelando pipas intentando idear un plan que matara el aburrimiento. Tardes con bicicletas, patines, un balón de futbol, de baloncesto... Tardes de fantasía e inocencia. Súplicas a nuestros padres por quedarnos, tan solo, 5 minutos màs. Veranos interminables llenos de emoción y despreocupación. Ingenuidad elevada a la enèsima potencia. De verdad, todo eso, està y estarà en mi memoria eternamente.

Para mi sorpresa, no sólo me escribías para saber de mi, que bien es cierto que gracias a las redes 2.0 (alias "facebook") es muy fàcil intuir como de encarrilada (o no) està la vida de una persona. Tu mensaje era para confesarte fiel seguidora de mi blog y, para màs inri, mencionas que,  en una etapa dura de tu vida, èste te ha ayudado a ver un resquicio de luz donde sólo había tiniebla.

No tengo palabras para expresar lo que he sentido. Es la primera vez que me pasa y no sè aún cómo encajarlo. Puedo decir lo típico: que.. "me llena de orgullo y satisfacción" pero no, no estoy dispuesta a caer en tópicos.

Como alguna vez he dicho, escribo para mí. Escribo sobre mis sentimientos, sobre mis vivencias y sobre mis sueños. Alguna vez, dejo a mis dedos teclear algún relato con la única condición de que salga directo del corazón para acabar en el de otra persona. Tu mensaje de hoy me ha llenado de fuerzas, ha sido como coloquialmente se dice "una inyección de moral" para seguir escribiendo.

Tan solo puedo darte las gracias... 

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