¿Aceptas?

He decidido (por unanimidad) escribirte lo que pasa por mi cabeza. 

Muchas veces intento hablar contigo y siempre hay algo que nos interrumpe. Por lo general eres tu, que te pueden las ganas de llevarme la contraria o hacer hincapié en algo que estoy diciendo. Bien es cierto, que muchas veces hay otros factores que interfieren en nuestras charlas. El sonido del teléfono, el horario, otra persona, el trabajo, alguna responsabilidad extra laboral...

Así que si no te importa mucho voy a escribirte contándote cosas de diferente transcendencia. Y puede que esto se produzca a horas intempestivas. 

Últimamente carezco de sueño, no me cuesta conciliarlo pero de madrugada me levanto sobresaltada y después soy incapaz de volver a cerrar los ojos y descansar. 

Esos son los peores momentos, cuando el silencio se acomoda en mis tímpanos y mi cabeza comienza a centrifugar mis pensamientos. 

Es entonces cuando, si no es mucha molestia, te escribiré para decirte que es lo que me perturba. 

¿Aceptas? Pienso disparar sin apuntar. 

(Si dices que no, me da igual. Tolerancia cero!) 

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