Hecho

Llevaba todo el día esperando que llegase la noche para dedicar unos minutos a una de las cosas que màs me gusta hacer, escribir.

Durante todo el día he barajado las diferentes posibilidades sobre el tema a tratar. Una historia, un pensamiento o tal vez esa sensación que últimamente anida en mi.

Pero para mi desgracia y, por extensión, trastorno de todos mis planes, se ha apoderado de mi un dolor de cabeza terrible que no me deja ni respirar. Mierda.

Y aquí estoy, tirada en la cama, pensando que hacer con mi tiempo libre hace minutos organizado. Jolin. Odio que se tuerzan los planes, no lo encajo bien. Se me ha caido el castillo de naipes.

Màs injurías. Puñetas.

He puesto la tele, y me he dado cuenta al instante que ha sido una mala idea. Muy mala. Y esta vez no ha influido en total medida la programación. Ha incrementado el dolor de cabeza y para màs inri mis ojos se han irritado. Leches.

Creo que hojear, y tambièn ojear, el nuevo catalogo de ikea va a ser la mejor opción.

Para cuando me he dado cuenta, estaba escribiendo. Me odio. No puedo evitarlo. Aunque la cabeza estè a punto de estallarme.

- Deja el móvil, cariño.

Hecho!