Cantabricamente

Sentir el romper de las olas en mis pies... Escuchar el sonido del mar. Oler tu esencia, marina, inconfundible. Fruncir los ojos por el destello del sol. Acariciar con la palma de mis manos esa brisa que cambia de parecer sin avisar y hace que se erice mi piel. Suave arena en cada paso.

Sin quererlo, todo cambia. Frente a mi solo tu. Todo pasa a un segundo plano, algo que nunca creì imaginar. Eclipsan a playa de mi vida. Solo puedo sentirte a ti. Tu mano enlzada con la mia toma todo el protagonismo dejando atràs a esa suave y fuerte brisa. Ya no huele a mal, a sal... Solo huele a ti, a ese olor por las mañanas cuando me das los buenos días, al olor de las noches al desearme que duerma bien. Cambio sal por dulzura. Ya no frunzo los ojos, mas bien lo contrario. Los abro sin dudar. Para memorizar esa sonrisa, esa manera de mirar.. y sin pedìrtelo, o pidèndotelo màs que nunca, te arrancas en un abrazo que sosiega mi piel, que la entumece a la vez.

Cerrar los ojos y verte a ti. Solo a ti, frente a mi. Sonriendo como aquel día.

Con mas baños en el cantabrico de lo que hubiese imaginado nunca


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