Somebody

Me di la vuelta un instante despuès de mirar tus ojos. No lo pensè. Tal vez un segundo más tarde hubiese actuado de otra manera. Pero cuando daba el primer paso firme en otra dirección y mientras tu cara se enfrentaba a mi espalda, noté tu mano agaràndome con fuerza y decisión. Con una dulzura escondida en aquellos dedos, con una suave y camuflada caricia.

De golpe, con un brusco movimiento hiciste que mi cuerpo se girase hacia ti como quien hace bailar una peonza en el patio de un colegio. Mi pelo, al viento, se descolocó, dejàndome enfocar con difultad. Pero no me dio tiempo a nada, ni tan siquiera de ser consciente de aquel momento. Tu mano ya estaba en mi cintura  y sin darme cuenta estaba pegada a tus labios, quienes me otrorgaron una sincera decaración de intenciones de aquí a la eternidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario