Prometo

Te pido perdón por todos los momentos difíciles que te he hecho pasar, te pido perdón por cada noche sin dormir, por cada suspiro de desesperación, por cada lágrima. 

Siento tu mirada perdida, tu desplome en el sofá, siento haber agotado tus fuerzas.   Siento no haber estado cuando debía estar. 

Lamento cada abrazo que no te he dado, los besos sin sabor, cada caricia sin respuesta. Siento haberte apartado la mirada en más de una ocasión. Lamento los días grises con sol, los infiernos en el paraíso. 



Por ello hoy te prometo que estaré en cada sonrisa, en cada abrazo, en cada caricia. Pondré la intensidad del primer día en cada beso. Te miraré como la primera vez. 

Estaré pendiente de cada pestañear. Te daré la mano al pasear y te haré cosquillas en la palma para hacerte rabiar. Te miraré mientras conduces, mientras nos llevas al fin del mundo. Apoyaré mi cabeza en tu hombro cuando hablemos del futuro. 

Voy a estar en cada momento malo, pero sobre todo en los buenos, porque son los que nos tocan. Me alegraré de tus logros, te animaré cuando falles, te reconfortaré. Voy a apoyarte en tus esperanzas, en tus sueños y en tus metas. 

Me empeñaré en tu sonrisa, en tu carcajada y en que tan sólo quieras hacerme crujir la espalda con un nuevo abrazo.

Cuando estés cansado te haré caricias en el pelo hasta que duermas. Volveremos a ver esa peli, volveremos a aquél lugar. Volveremos a bailar esa canción. 

Disfrutaremos de cada atardecer como si fuese el último que nuestras retinas pudiesen observar. Hablaremos hasta el amanecer. 

Caminaré a tu lado y cuando paseemos me agarraré de tu brazo y te haré mil preguntas sobre cosas que no sé. Te desesperarás una vez más.

Prometo dejar la canción que te gusta. Prometo ver esas pelis tuyas y no protestar los domingos de deporte. 

No tengo intención de separarme de ti mientras dormimos. Voy a acomodarme en tu piel como un lunar más. Me levantaré de madrugada para ver que estas bien.

Cada mañana me quejaré de que apretabas demasiado fuerte al dormir, de haber pasado mucho calor. Pero te daré las gracias por evitar mis pesadillas. 

Pero sobre todo jamás dejaré de hacerte cosquillas hasta que mueras y poner cara de pena cuando llegue la revancha. Seguiré engañandote para hacerte cosquillas en el paladar.

Buenos días. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario