Se levanta con el ruido del silencio, con el amparo de nadie, con la sonrisa de la tristeza.
Sigue levantándose empapada en lágrimas. Con un vacío enorme, con escasas fuerzas y temblor en las piernas.
Se levanta aunque llueva, aunque el día sea más oscuro que la noche.
Se levanta a sabiendas que es poca la esperanza que le queda. Que los días cada vez son más largos y las noches eternas.
Se levanta cada mañana esperándole, sabiendo que no volverá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario