Mírate

Con el nuevo año recibí esta carta que después de pedir permiso a la autora, con la condición de no revelar su nombre, me permito publicar. Ojalá todos tuvieseis la suerte de tener a alguien así en vuestras vidas.

Querida amiga. 

Se que te sorprenderá mi carta, mi regalo, porque aunque no lo sabes todavía… esta carta es un regalo. 

Tenemos la costumbre, impuesta por la sociedad, de hacer regalos a las personas que queremos en cumpleaños, navidades y fechas señaladas pero yo rompo con todos esos cánones y me presto a hacerte un regalo por este nuevo año que entra. 

Lo considero (y sé que cuando termines la carta tú también) un regalo muy especial que no dudo un solo segundo que agradecerás con un terrible abrazo. Un año nuevo ha comenzado y viene cargado de cosas maravillosas para ti y la primera es esta carta. 

Querida Maca…

Será por los años de amistad que nos avalan, será por la suma confianza o porque podría decir que te conozco como a una hermana… será por lo que sea pero puedo, desde ya, ver tus ojazos llenos de lágrimas brillando muy verdes. 

Ay, Maca… 

Han sido años difíciles en los que muchas veces ha costado ver la luz (incluso tu luz) pero como hace poco te decía, “mírate, has sobrevivido” y me ratifico: “Mírate”. 

¿Lo hubieses apostado? Hace poco hablábamos de la tormenta de Haruku Murakami: 

"Y una vez que la tormenta termine no recordarás como lo lograste, como sobreviviste.Ni siquiera estarás seguro si la tormenta ha terminado realmente.Pero una cosa sí es segura, cuando salgas de esa tormenta no serás la misma persona que entró en ella. De eso se trata esta tormenta."

Tu tormenta…

Pero a pesar de todo lo que has trabajado en superar los tropezones, en fortalecer, en crecer… hay ciertas cosas, amiga, que puede que se te hayan olvidado en el camino o no recuerdes, hay pequeños y enormes detalles en ti que no debes pasar por alto. Hay una esencia que no debes obviar ni perder. 

Mi regalo consiste en recordarte esto, en insistirte en que aquel día que me decías “no puedo” estabas equivocada porque puedes y mucho; vales y mucho. Mi regalo se ofrece a recordarte quién y cómo eres. 

Maca, la gente no cambia pero mejora sin ninguna duda y a ti estos años te han agrietado pero, créeme, también te han hecho mejorar y crecer como persona, como mujer…  Me sorprendo tantas veces escuchándote que solo puedo sonreír y apretar los puños como quien celebra un gol. Tu y tus palabras nos dejáis en evidencia a muchos. Tu y tus palabras son fortaleza, energía, positivismo. Tu y tus palabras son una lección.

Maca, cómo eres…

Eres nobleza y bondad. Eres ilusión y entusiasmo. Eres inocente e ingenua. Eres terriblemente sensible y soñadora. Eres dicharachera y alocada. Todo esto tu ya lo sabes pero, como a todos, a veces se te olvida. Más de una vez me has comentado que ciertas cosas las consideras un defecto y vengo a recordarte que estas son tus VIRTUDES y sin ninguna duda son lo mejor de ti. 

Se te olvida que muchas personas te llamamos para contarte una buena noticia porque irradias ilusión con ellas. Se te olvida que levantamos el teléfono buscándote cuando necesitamos un abrazo o unas palabras porque siempre estás. Se te olvida las carcajadas que nos provocas con tus ocurrencias y lo cómoda que nos haces sentir con tu hospitalidad. Creo que no valoras cómo nos cuidas, como nos quieres, como nos haces mejores. Y se que no hablo a título personal. 

Maca, pedirte que no pierdas tu sonrisa es una obviedad porque te he visto sonreír en los momentos más amargos, he visto el brillo de tus ojos entre lágrimas, te he visto reírte de tu mayor desgracia. Tú eres así ¿lo ves? Puede que hayan sido tiempos difíciles pero todos podemos ver que tu esencia no se ha perdido. Eres esa persona maravillosa que todos queremos tener cerca. Eres esa amiga que desvive por los suyos, eres apoyo incondicional. Eres alegría y diversión. 

No olvides esa envidiable esencia que tienes en ti. No dejes de sacarla. No olvides que eres luz.

Maca, mírate… 

Estoy enormemente orgullosa de ti. 

Te quiero.