Gracias

Gracias. 

Me está costando empezar esta entrada porque quiero que esté a la altura de la situación. Tal vez me equivoque pero creo es lo más noble y sincero que puedo decirte. Gracias.  

 

Y de verdad, siento no haberte mostrado mi agradecimiento antes. Este pequeño texto lo único que busca es enmendarlo. 

Todos tenemos días y momentos malos. Y por supuesto que nos está permitido flaquear, llorar e incluso quedarnos acurrucados en la cama un ratito. 

Hoy, ante un día "difícil", no puedo más que darte las gracias por tenerte a mi lado y sentirme afortunada por ello. 

Gracias por esa caricia que evita que una lágrima caiga, gracias por esas palabras que sólo tu consigues que consuelen, gracias por levantar mi barbilla con un dulce gesto y sobre todo por ese abrazo (con beso en la frente y caricias en el pelo incluidas) que me ha dado la fuerza que hoy me faltaba. 

Gracias por insistir en que mi vida sea pura alegría, gracias por tu empeño en hacerme sonreír y demostrarme que la vida no es para otra cosa. Gracias por enseñarme a ver las cosas de otra manera. Te agradezco enormemente tu paciencia y disposición para ayudarme y sobre todo, y por encima de todas las cosas, tu cariño. 

Gracias de verdad.