Tan delirio como cordura

A pesar del gentío yo no veía a nadie más que al brillar de tus ojos. Maldito verde cegador. Malditas pestañas juguetonas que con su movimiento tambalean mi mundo. Consigues, sin forzar, hacerme sonreír con solo mirarte, hacerme niño de nuevo en una noche de Reyes. 

No, no podía dejar de mirarte. ¿Te has parado alguna vez a mirar tu sonrisa? Es pura heroína. Verte sonreír es un regalo del cielo y bienaventurados seamos quienes lo disfrutamos. Porque sé, a ciencia cierta, que muchos lo sienten igual, que todo el que te conoce queda hipnotizado por tu mirada y tu risa. Y tú lo sabes, eres conocedora de ello porque me he divertido viendo cómo te ruborizas si alguien te mira, te he visto agachar la cabeza ante el protagonismo de tus ojos. Eres discreta hasta para eso. 

Y ahí está tu pelo, tu melena que es bandera y viento. Bien sabe Dios que llego a la locura cuando escondes ese mechón insurgente tras la oreja. Bien sabe Él que cada gesto tuyo es una caricia en mi piel. 

Y cuando bailas dejas que tus caderas petrifiquen a quien mira. Y cuando elevas los brazos en esa canción, viajas a un mundo diferente en el que, sin dudarlo, quiero estar contigo. Quiero que se pare el tiempo en ese paso de baile entre tus piernas. 

Estoy embargado por todos los deseos que pedí para estar junto a ti. Y ahora que te tengo, que te siento y que desde el fondo de esta sala me sonríes y me guiñas un ojo, me siento el hombre más afortunado del mundo. Desdichados quienes tuvieron la oportunidad de tenerte y no supieron retenerte.

Y tal vez ellos no vean con los mismos ojos, no ven ese alma inocente, no ven esa piel suave que, a pesar de haber rozado los infiernos, ha salido ilesa. No ven esa persona que a pesar de los pesares no ha sido corrompida. Tal vez ellos no sepan valorar como suenan las palabras en tu boca. Tal vez ellos no ven que eres guerrera luchadora por sus sueños y a mí me encanta que hinques la bandera del amor en tu territorio y desenvaines tu espada por tus ideales. 

Te miro desde aquí y me doy cuenta de lo mucho que eres. Porque solo tú eres capaz de hacer volar al hombre. Eres el primer verso de una hoja en blanco. Eres musa, eres poesía. Eres droga y medicina. Tú eres el sentido de las cosas a las que no se lo encontraba. 

Eres magia. Eres un sueño. Eres frenesí. Eres tan delirio como cordura. Eres el te quiero más sincero que nadie puede decir. Eres la dulzura y la locura hecha persona. Hecha mujer. 

Eres la mujer. La mujer que quiero tener a mi lado el resto de mi vida. 



 

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