Lo siento

Suena el despertador una mañana más, una maldita mañana más, te giras lo más rápido posible para que ese horrible tono no perfore tus tímpanos. Un día de estos, me descuido y lo hace.

Dónde estoy? Porqué? Qué día es hoy? Que hora es que no recuerdo en que minuto exacto decidí que me despertasen? Puedo quedarme 5 minutos más?  Una vez pasados tres escasos segundos, ubicada y contestadas todas esas preguntas queda tiempo para ti. 

Y es entonces cuando, en un momento de intimidad contigo mismo, sin comerlo ni beberlo,  te invade una sensación horrible. Una sensación de soledad y tristeza, de vacío. Una sensación que no se desea a nadie, ni tan siquiera a esa persona que te hizo sufrir a límites extremos. 

Sumado al madrugón, a tener que ir a trabajar, a que encima hace bueno y se comenta que va a ser uno de los días más calurosos. 

Pero coges aire. No puedes. Otra vez, venga. Dudas de sí está entrando de verdad por tus pulmones. Dudo de nuevo. Lo poco que entra quema. Duele. Justo ahí, en el pecho. Tal vez sea el alma, esa de la que todo el mundo habla.  Pues maldia sea, duele. 

Ojalá. Ojalá pudieses abrazarte a ti misma y quedarte en la cama. Ojalá pudiésemos enmendar errores. Ojalá no me sintiese como me siento. Ojalá todo fuese más fácil. 


Si, la vida es fácil. Es fácil ser feliz. Hay mucha gente con unos problemas escalofriantes y yo aquí, quejándome. Y nos quejamos de vicio... 

Pero lo siento, no puedo ni quiero ser frívola, no quiero ser ni voy a permitir serlo nunca, insensible. Sufro cuando me siento mal conmigo misma, sufro más cuando he hecho daño a alguien. Así funciono. Y hoy toca. 

Noto, mientras pienso todo esto, como mis ojos comienzan a hincharse queriendo dejar caer unas lágrimas. Pero no puedo permitirlo. 

Sigue doliendo, duele coger aire, no llena mis pulmones. Duele tanto... 

Hacia tanto tiempo que no me sentía así. Y la verdad, no es una sensación que echase de menos... Si pudiese pedir un deseo, desearía omitir este sentimiento. 

Sigue doliendo. 

Lo siento.. 





Tan sólo son palabras, y estas no pueden describir ni la mitad de la mitad. Ojalá. Ojalá supiese utilizarlas para ello.. Pero hay sentimientos más fuertes que unas simples letras unidas. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario