Te quiero

Te quiero. 

Sí, te quiero, aunque haya días que no me creas. A pesar de que alguna vez se me haya olvidado recordártelo o no te lo haya demostrado como merece. Te quiero a sabiendas de que las cosas, en ocasiones, son difíciles. Te quiero con los más y con los menos. Te quiero de manera consciente e inconsciente, de manera madura e inmadura. Te quiero de todas y cada una de las maneras que se pueden querer y te quiero, sobre todo, de maneras que aún no se han inventado, y créeme, son maravillosas e inexplicables. 

Te quiero por lo que eres, porque eres una persona grande, gigante, inmensa. Porque eres alguien maravilloso que se cruzó en mi vida por casualidad para recordarme que la vida sí puede ser maravillosa. Me tendiste tu mano sin miedo, con ilusión y sin juzgar, me prometiste una vida de sonrisas y de alegrías. Me susurraste que me amarías hasta que yo pudiese amarme a mi misma, y te quiero por ello. Estoy en deuda contigo y mi penitencia es adorarte. 

Te quiero por haber sabido recibir todo   el amor que tenía por dar, te quiero por tener la suma paciencia de entenderme cuando las cosas se complicaban, te adoro porque jamás te falto una palabra de ánimo cuando la necesité, te quiero porque me has levantado y has impedido que caiga en más ocasiones de las que crees. Te quiero por cada sonrisa a destiempo, cada beso furtivo y sobre todo por esos abrazos, tu sabes cuales. 

Te quiero ahora en el presente, pero déjame decirte que te quiero más en el futuro. Son tantas las veces que me paro a imaginar como será. Como empezarán a florecer tus primeras canas que te darán ese toque tan atractivo e interesante, como será de irresistible tu mirada al sonreír con tus primeras arrugas, como serán tus manos curtidas de haber acariciado mi piel mil veces...

Nos imagino en un futuro no muy lejano, después de haber acostado al bebe en la cocina recogiendo la cena. Se que te miraré con cariño, con admiración y con compromiso, como lo hago ahora, como lo haré siempre. 

Se que hay días que no me crees, se que hay días más difíciles, pero aunque te cueste intenta recordar siempre que te quiero, porque eso es el motor de todo. Es nuestra gasolina.